Lo normal para estas fechas es que, en las fotos de esta entrada, se viese ya un huerto "limpio y recogido", es decir, que sólo quedasen en él las plantas que podemos llamar de invierno: las que aguantan las heladas. Pero este año no es así. Aún no ha helado, algo bastante raro en esta zona, y los tomates, pimientos e incluso los calabacines siguen vivos y produciendo. Otras plantas como las alubias, fréjoles y pepinos, ya murieron, pero de "viejas", no por el frío. Bueno, miento cuando digo que aún no ha helado. Heló el 28 de agosto. Sí, el 28 de agosto, aunque la helada fue muy floja y sólo quemó las hojas superiores de algunas plantas. El 20 de septiembre pasó algo parecido, pero lo normal aquí en estas fechas hubiera sido que las heladas ya hubieran acabado con tomates y pimientos.
Como se ve, las hojas exteriores de los tomates ya estás quemadas por la helada, pero las plantas siguen teniendo fuerza y los tomates siguen creciendo y madurando, por lo que están dando una cosecha excepcionalmente tardía para esta zona. Lo mismo pasa con los pimientos. Los de la derecha son italianos, que hemos podido ir cosechando durante todo el verano y aún seguimos haciéndolo, y los de la izquierda son, la mitad de padrón, que también siguen dando, y la otra mitad de Torquemada, de los cuales ya he recogido la mayoría y muchos los he asado y embotado, (es el primer año que lo hago). Los dos surcos de lechugas grandes son lechugas rizadas. Están en el mismo sitio en el que en primavera crecieron los ajos. Para mi gusto en esta época es cuando mejores lechugas produce el huerto, aunque si sigue sin llegar el frío, muchas se acabarán espigando antes de poder comerlas. El surco de la izquierda son lechugas romanas que puse un poco tarde y creo que no las va a dar tiempo a hacerse. Lo que se ve por el suelo entre los surcos no son ni tomates ni pimientos caídos, si no manzanas y peras de los frutales que hay a lo largo del arroyo por el que llega el agua al huerto, y que, al regar, entran en los surcos. Ahora ya no las recojo, las dejo para que sirvan de abono el año que viene.
Por el otro lado de los tomates siguen creciendo los puerros. Cuando arranque los tomates aprovecharé para taparlos con más tierra y así, la parte comestible del tallo del puerro, será más tierna, más blanca y de mayor tamaño.
A las berzas las está pasando ya lo que en breve pasará a las lechugas si sigue haciendo tanto calor: se están abriendo y espigando. Con el frío y las heladas las berzas podemos decir que se “aletargan”, se aprietan y aguantan prácticamente todo el invierno, pero este año a estás alturas siguen desarrollándose lo que hace que los repollos se abran y se estropeen.
Las coliflores están bastante guapas y ya hemos comido varias.
Y por último las alcachofas, que están “retoñando” como se dice aquí, y están empezando a dar la cosecha de otoño.
Y por último las alcachofas, que están “retoñando” como se dice aquí, y están empezando a dar la cosecha de otoño.
Pues, en definitiva, un principio de otoño marcado por las temperaturas excepcionalmente altas para estas fechas, que tiene sus consecuencias positivas, como seguir cogiendo tomates y pimientos, y sus consecuencias negativas, ya que, si tuvieramos temperaturas más bajas y heladas, serían beneficioso para que lechugas, coliflores y sobre todo berzas, puedan aguantar más tiempo en el huerto sin estropearse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario