lunes, 11 de junio de 2012

Vuelve a estar lleno

  Aprovechando que nos encontramos en la época del año en la que el campo está más verde, "frondoso" y quizás más bonito (aunque eso ya va según gustos), cuelgo unas fotos en las que, a parte de ver el estado actual del huerto, se ve donde está situado y el paisaje que hay alrededor. Esta primavera tan lluviosa (entre abril y mayo han caído unos 170 litros), ha propiciado que el campo esté "florido y hermoso" como en pocas ocasiones. En pocas semanas, la mayoría de estos verdes se convertirán en amarillos, sobre todo los campos de cereal y las eras.
   El sendero al lado del arroyo que se ve en la foto, es el camino de acceso al huerto. A la izquierda está el trigo de Doro y hasta que no se coseche, no queda otra que ir por el sendero. Al fondo se ve, a parte del propio huerto, los huertos vecinos y  las primeras casas del pueblo. También se ve el nido de la cigüeña que, en ocasiones, sobre todo después de mover la tierra, visita el huerto en busca de lombrices e insectos.
   Desde el otro lado, se ve mejor la cebada que rodea el huerto y, al fondo, más tierras de cereal, principalmente de trigo, que continúan hasta llegar al río, el río Valdavia. Los chopos que se ven, se encuentran en sus margenes. De él viene el agua con el que se riega el huerto, gracias a una presa situada bastante más arriba. Con la sequía del invierno, había dudas sobre si iba a traer agua suficiente para poder regar este verano, pero con las abundante lluvias de esta primavera, parece que no va a faltar.
   Desde la parte de atrás se ven mejor las tierras de cereal, parte de las eras y  "el Rebollón" que es como se llama en el pueblo al monte de roble que se ve al fondo. En la foto se ven también las alcachofas que gracias a las lluvias, han crecido más que ningún año. Ya he cogido dos cosechas. Y al lado de las alcachofas el silo, que ya comienza a aumentar de tamaño. Aún queda todo el verano para seguir acumulando restos vegetales de casa, del jardín y del propio huerto, y luego en octubre lo esparciré por él. 
   Mirando hacia arriba, se encuentran las eras y más tierras de cereal, a las que, como digo, les quedan pocas semanas de verde... al igual que a los ajos, que en menos de un mes ya estarán en casa. Están bastante guapos y han crecido mucho desde la última entrada. Al lado las patatas tempranas. Son jaerla y están un poco retrasadas porque, debido a las lluvias, no pude ponerlas hasta mediados de mayo. Ahora ya están creciendo a buen ritmo.
  En la parte de abajo, además de una de las casas del pueblo, se puede ver un antiguo molino de agua que aún sigue en funcionamiento. Al fondo "la Rozada" otro gran monte de roble que tenemos en le pueblo. Y en el huerto, recién plantados los cuatro surcos de cebollas horcales. Son de Palenzuela, un pueblo cercano a Palencia, donde se cultivan gran cantidad de estás cebollas e incluso tiene una feria dedicada a ella. Yo llevo sembrando esta variedad varios años y me han dado buenos resultados, por lo que este año repito. Al lado, otra variedad de cebollas semitempranas que son muy buenas, pero que aguantan menos tiempo sin estropearse. Este año se han conservado en casa las horcales hasta mayo. 
   Siguiendo con el repaso al huerto, al lado de los ajos están los surcos con las diferentes variedades de pimientos y tomates. También están un poco retrasados por no haberme dejado el agua ponerlos antes. A parte, tuve que replantar la mayoría de los tomates porque los escarabajos de la patata les comieron todas las hojas y algunos no se recuperaron. Más a la derecha arriba están las zanahorias y abajo los cornitos (fréjoles verdes tempranos).
   Estos son los surcos de alubias (los dos de la izquierda) y el de fréjoles verdes (el de la derecha). Las dos variedades son trepadoras, por lo que en breve les pondré tutores para que se enreden en ellos y puedan crecer hacia arriba sin problemas. Más a la izquierda están sembradas las patatas tardías, de la variedad baraca, pero aún no han salido: este año las intensas lluvias han retrasado todas las labores un par de semanas.
      Al otro lado del huerto están las lechugas romanas que en la anterior entrada eran solamente un semillero. Están muy guapas y comienzan ya a repollar.
 
   Y más abajo más lechugas romanas. Éstas ya las llevamos comiendo desde hace unas semanas. Son unas lechugas muy buenas y tienen unos cogollos tremendos. En esta zona, las lechugas romanas sólo se pueden cultivar en primavera, porque en verano no llegan nunca a formar cogollos, se espigan por el calor antes de tiempo. En verano siembro lechugas rizadas que aguantan mejor el calor y no se espigan. 
   A las cebollas de verano (en otros lugares se llaman cebolletas), que en la anterior entrada estaban cubiertas por la nieve, ya les queda poco para coger las primeras. Tienen buena porreta, y en una o dos semanas podremos comer alguna. Para mi gusto, estas cebollas de verano son de las mejores cosas que produce el huerto.
   Como digo en el titulo de la entrada, el huerto vuelve a estar lleno. Sólo falta por poner unas coliflores y unas berzas más adelante y ya no habrá sitio para más. Así que sólo queda esperar que el tiempo sea propicio y que, haciendo las cosas bien, lo sembrado prospere. A ver si es verdad.





viernes, 4 de mayo de 2012

Últimos puerros

 Estos son los últimos puerros de la temporada. Este año han sido muy buenos y de gran tamaño... a pesar de la sequía. Y estos últimos que llevan prácticamente un año en el huerto (los puse la primera semana de junio), se han hecho enormes. Da gusto verlos.
  Quizás este invierno tan seco haya propiciado que aguanten tanto tiempo. Lo normal es que, a estas alturas, unos puerros puestos en junio ya se hubieran estropeado o que hubieran comenzado a espigarse. Pero este año no, están perfectos, incluso mejor que en pleno invierno.
  
    Y aquí están ya limpios y preparados para ser cocinados. Como se ve, son unos puerros tremendos.  En breve habrá que sembrarlos de nuevo. Esperemos que se parezcan a los de este año.

sábado, 7 de abril de 2012

Esperando la lluvia, llego la nieve.

 Hoy, 7 de abril, ha amanecido así el huerto. Una buena nevada para el mes de abril. Como decía en anteriores entradas, el invierno ha sido extremadamente seco y el campo necesitaba la lluvia con urgencia. Está semana al fin ha llegado el agua y la nieve. En total han caído unos 35 litros que eran muy necesarios.
 En esta foto se ven los tres surcos de cebollas de verano. Llevan plantadas solamente dos semanas. Estaban ya tirando con fuerza y habían agradecido la lluvia de estos últimos días. Espero que la nieve no las aletargue demasiado y continúen creciendo a buen ritmo. A la izquierda está un semillero de lechugas romanas que casi no se aprecia con la nieve, y al final del surco unas lechugas romanas ya más crecidas.
 Y estos son los ajos, que, como se puede ver han crecido mucho desde la última entrada. La lluvia de los días anteriores también les había sentado muy bien. Imagino que la nieve no les afectará demasiado porque los ajos yo creo que incluso "disfrutan" con el frío. Y es que son de las pocas plantas del huerto que comienzan su desarrollo en enero y febrero, en pleno invierno y con fuertes heladas.
 Pero estamos en Abril, y una nevada como la de hoy, que en diciembre o enero hubiera aguantado casi una semana, hoy por la tarde ya había desaparecido. Las siguientes fotos son del mismo día que las anteriores.
  Como se ve ya he dado al huerto el primer pase de motocultor. El primero se le doy muy superficial, simplemente para matar las malas hierbas que hayan nacido y romper los tabones de tierra que han quedado tras ararlo. Posteriormente le voy dando un pase más profundo a cada zona en el momento en el que vaya a sembrar algo en ellas.
  Tras la nevada, alguna de las hojas de los ajos han quedado un poco chafadas, pero imagino que mañana volearán a su posición anterior. La lluvia les ha sentado muy bien y en los próximos días se les notará más. No se aprecia mucho, pero los dos surcos tiene una pequeña capa de ceniza que les eché por encima cuando ya habían nacido todos. Lo hago todos los años.
  Este es el semillero de lechugas. Aún son pequeñas para entresacar y trasplantar, pero en cuanto haga unos días calor, crecerán rápido y estarán disponibles para ponerlas en otros surcos. Durante toda la temporada del huerto voy poniendo semilleros de lechuga cada poco tiempo, para así disponer siempre de alguna para trasplantar y, por supuesto, para coger.
  Estás son unas lechugas romanas que ya compre crecidas para plantar y, por lo tanto, no vienen de ningún semillero mio. Lo hago también todos los años, porque así consigo adelantar la primera cosecha de lechugas. Después ya me autoabasteceré con las de mis semilleros. Esperemos poder comer las primeras para mediados de mayo.
  Estos son los tres surcos de cebollas tempranas, o de verano, que, como los ajos, han quedado un poco chafadas y aplanadas por la nieve. Llevan poco tiempo sembradas y aún no tiene demasiada fuerza, pero con este agua y si comienza a hacer un poco de calor, imagino que comenzarán a tirar con fuerza. Éstas hasta principios de junio no las podremos coger.
 Y por último las alcachofas, que quizás sean las que más han agradecido las lluvias. La verdad, no necesitan demasiados cuidados. Son plantas que aguantan varios años, por lo que no es necesario plantarlas todas las campañas. Eso sí, necesitan riegos regulares. A mediados de mayo espero recoger su primera cosecha.
  Lo dicho, una muy buena noticia para el campo en general y para el huerto en particular la llegada de las lluvias. Esperemos que se repartan por toda la primavera de manera más o menos regular, aunque va a ser muy difícil que no se dejen notar las consecuencias de este invierno extremadamente seco.

domingo, 26 de febrero de 2012

Si quieres ver cuando es febrero, mira el ajero

   Pues sí, un año más, los ajos volvieron a aparecer en febrero. Los planté en noviembre y se han pasado desde entonces bajo tierra esperando que llegaran "mejores tiempos". Y esos días ya han llegado. Algunos comenzaron a puntear ya a primeros de mes, pero la hola de frío siberiano que llegó esos días, los mantuvo hibernando un par de semana más. Con la vuelta a las temperaturas habituales para estas fechas, los ajos recuperaron el tiempo perdido y en los últimos días se ha notado mucho como han crecido. En la foto se ve que ya surquean.
  Y está pasando algo curioso. Los dos surcos de ajos están separados poco más de 30 centímetros, están sembrados el mismo día, tanto los de un surco como los del otro vienen de las mismas cabezas de ajos, los dos han recibido los mismos cuidados (desde la siembra ninguno) ... pero los ajos de un surco están mucho más crecidos que los del otro. Sólo encuentro una explicación: la tierra a ambos lados de los surcos está más elevada (por estar arada) que el terreno en el se encuentran los ajos, lo que puede que provoque que un surco esté más remansado y soleado que el otro, lo que favorecería su desarrollo.
   Aunque no es tan exagerado como parece en la siguiente foto, la diferencia entre el surco de la derecha y el de la izquierda es notable. 
   Esta foto es desde el lado contrario, por lo que es el de la izquierda el surco más crecido.
   Los ajos pocos cuidados necesitan. Incluso en las fotos puede parecer que están un poco "abandonados" y "descuidados". Pero, como he dicho, desde que los sembré hace más de 3 meses no han necesitando ningún cuidado, y el terreno a quedado así tras muchos días de heladas, agua (muy poca) y un poco de nieve. El resto del huerto está simplemente arado esperando el primer pase de motocultor. Un poco más adelante, cuando comiencen a aparecer las primeras malas hierbas, los excavaré y los añadiré un poco de cernada a modo de abono. También lo haré para seguir la tradición, ya que, en esta zona, desde siempre se ha guardado la cernada en las casas para echárselas a los ajos. La ceniza, al contener mucho potasio, es un buen abono sobre todo para bulbos y tubérculos, aunque aquí también se cree que protege a los ajos de plagas y enfermedades. No sé esto último cuanto tendrá de cierto...
   Y hasta que, a finales de junio, llegue el momento de sacarlos, poco más habrá que hacer. Eso sí, tras este invierno extremadamente seco, esperemos que en breve lleguen ya las lluvias, porque, hasta los ajos, que jamás se riegan, comienzan a necesitar un poco de agua... y es que no ha llovido prácticamente nada desde noviembre. Lo normal es que el huerto no se pudiera ni siquiera pisar por la humedad, incluso algunos años, en estás fechas, ha estado en parte encharcado. Pero, como se ve en las fotos, este año está extremadamente seco.
   Pues lo dicho, esperemos que comience a llover porque todo el campo lo necesita con urgencia y porque, como no lo haga en abundancia, va a ser complicado que en verano el río traiga suficiente agua para poder regar los huertos.