Pues así estaba el huerto el día después de La Rogativa. Los tomates y los pimientos casi recien plantados pero empezando a coger fuerza. Los ajos, aunque aún siguen verdes, ya han comenzado a cambiar de color y ya se empiezan a ver las puntas amarillas; en un mes ya estarán hechos trenzas. Este año les afectó bastante "la peste" y están bastante desiguales, pero la mayoría tiene buena "porreta". Al fondo las alcachofas que han crecido más que nunca y ya han dado la primera cosecha.
A la izquierda los calabacines y los pepinos, pequeños pero tirando con fuerza al igual que los dos surcos de alubias y el de fréjoles verdes. Ha nacido todo muy bien. Al surco de patatas tempranas le faltan algunas que se estropearon por lo mucho que llovió después de ponerlas.
Y ya las zanahorias muy guapas, arriba los cornitos (frejoles verdes de siete semanas) muy adelantados este año. Me la jugé poniéndolos muy pronto, pero aunque heló el día de San Isidro, los tapé y salieron adelante. Después las cebollas de verano a las que ya no las queda mucho para empezar a cogerlas. Este año si que he conseguido que se hagan bien guapas después de dos años de fiascos con unas cebolletas palentinas que no voy a volver a comprar. Y ya el último surco de lechugas romanas que llevamos comiendo desde San Isidro... y el Rony. Como en mayo ha hecho bastante bueno, está todo más adelantado que otros años.
Aunque en las fotos no salen, ahora ya están puestas las horcales, los puerros y unas coliflores, por lo que está el huerto completo (a falta de poner más coliflores más adelante).
